Mi hermano Juan Carlos lo escribió:
Antonio Santos:
Lo conocimos en la Fiesta de Ranchos* que hubo el 20 de julio de 2008 en el parque de atrás de la escuela de Vila Franca da Beira, donde mi hermana Ana María exponía con gran éxito las fotografías tomadas en sus viajes anteriores a Portugal y artesanías de los docentes del Instituto de Folklore y Artesanías de Avellaneda(Buenos Aires) donde ejerce como directora de esa área. Antonio fue uno de sus visitantes, allí charlamos animadamente y nos invitó a su casa. Vive sobre la carretera a la entrada “ao povo” y entre las plantas del jardín tiene varios muñecos de madera que se ven desde el camino.
Nos contaba que aquello se originó por un árbol que se secó: un guindo, extrajo el árbol y talló en su madera una cara, las raíces fueron manos y piernas del muñeco y lo instaló allí para verlo todos los días y seguir en su compañía. Después para que no estuviera solo le sumó otras tallas de mismo estilo formando un conjunto original y llamativo.
Antonio está desocupado, cultiva su quinta, cosecha ”patatas”, tiene ovejas, conejos, pájaros, nos hizo probar fruta seca y un aguardiente frutado exquisito de su elaboración. Conocimos su mujer, hijas , nietos.. Nos mostró la vivienda y en el dormitorio, en un pequeño oratorio se puso de rodillas y rezó un momento frente a una imagen de Santa Margarita, la patrona de Vila Franca. Con mucha generosidad nos hizo entrar en su intimidad
Contó que un día tuvo una visión, una voz lo llamó por su nombre, “Antonio, lo que hiciste con el guindo haré contigo”…….! Me conmovió su convicción, y entonces le propuse: “Tu que tienes ese vínculo privilegiado pídele a Dios por nosotros!!! En ese campesino humilde y creyente creí ver el universo de la fe, el sustrato de la religiosidad popular católica del pueblo portugués
*Rancho: Expresión del folklore portugués :conjunto de hombres y mujeres que, con trajes típicos canta y bailan música popular
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