de La Nación lunes 1° de diciembre de 2008
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El Portugal inmigrante
Aldo Coelho Dias, cuyos familiares, cuando desembarcaron en Buenos Aires, aparecen en la foto que ilustra el sello postal dedicado a la inmigración portuguesa, fue uno de los invitados al acto en el que la embajada de Portugal celebró el lanzamiento de esta serie del Correo Argentino.
Aunque no mide más de 44 x 34 mm., el sello postal sintetiza estética y gráficamente la cultura del país que fue el primero en reconocer nuestra independencia. La composición incluye el fragmento de fotografía; azulejos del siglo XVI originarios de Lisboa, de la colección de Alejandro Ruiz Luque, y una guitarra portuguesa, cortesía del señor Daniel Di Napoli. La estampilla es de un peso.
Entre 1851 y 1914, los portugueses ocuparon el décimo lugar en inmigraciones al país. De 1900 a 1965 ingresaron entre 40 y 45 mil personas de ese origen. En 1923 llegó el padre de Aldo, José Pedro Coelho, proveniente de Olhao, provincia de Algarve. Su madre, María Gertrudis Dias Correia de Coelho, en 1931. La familia se dedicó a fabricar y vender cajones, y luego a transportes y mudanzas.
También integran la serie Inmigrantes a la Argentina III, sellos dedicados a Japón, el Líbano y Siria. La serie I, de 2002, fue dedicada a las inmigraciones de España, Italia, Francia y Suiza; la II, en 2005, a las de Gales, inmigrantes alemanes, eslovenos y colonias judías. Los diseños de las viñetas corresponden a Magdalena Pérez del Cerro; la investigación, al grupo de profesionales que en la sección Filatelia del Correo Oficial hace años que cumple, en silencio, una destacada y creativa labor de difusión y valoración de las culturas de países que acá también hicieron historia.
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